viernes, 19 de julio de 2013

¿Cuándo debo acudir a mi veterinario?

¿Debería llevarlo al veterinario ya o me espero? ¿Crees que es grave?

Muchos propietarios me comentan los síntomas que ven en sus perros y me preguntan si deben ir al veterinario o si es mejor esperar.

Mi respuesta siempre va a ser la misma. Yo no soy veterinaria pero lo que tengo clarísimo es que si algo referente a la salud de tu mascota te está preocupando, por algo será.
¿Sabes distinguir cuándo tu perro tiene fiebre, cuándo le duele la cabeza, la garganta o cuándo tiene agujetas? 
Te he puesto como ejemplos cosas que pasan habitualmente y que por regla general, el propietario no sabe identificar. Por eso, si sospechas que algo no va bien, no lo dudes y ve a tu veterinario.

Hay patologías como la torsión de estómago en las que cada minuto cuenta. Si notas que cada vez camina con más dificultad, que respira mal, que se desorienta, ha perdido peso… no lo comentes con los compañeros del trabajo ni con los demás propietarios en el parque. ¡Díselo al veterinario!
En lo referente a conducta se escuchan muchas barbaridades que como se van repitiendo una y otra vez, ya la gente las da por ciertas. Lo mismo pasa con las enfermedades físicas. Por muchos perros que yo vea, no tengo ni el título, ni los conocimientos, ni la experiencia, por eso no puedo aconsejaros otra cosa, simplemente porque no os estaría haciendo ningún favor.

Otro tema es la desconfianza en el veterinario. Si tú crees que le van a hacer pruebas que no necesita, díselo. Él te podrá explicar sus motivos y cómo ve la situación y tú podrás valorar si sigues adelante o no. La mayoría de problemas de este tipo surgen porque los veterinarios no explican y porque los propietarios no preguntan lo suficiente. Es tu dinero y es tu mascota, no salgas de la consulta con dudas de lo que pasa con uno y con otro.

Al final siempre me acabáis diciendo “es que es muy caro, me cobraron tanto por la visita y tanto por el tratamiento”. Ciertamente hay clínicas carísimas, pero por regla general y con el descenso en el consumo los precios se están ajustando bastante.
¿Tú trabajas gratis?
Piensa que el veterinario tiene que pagar su formación, local, luz, agua, impuestos, seguros, colegiatura, materiales, al personal a cargo y su seguridad social y ya si todo va bien, ¡hasta ganarse él un sueldo!
Yo creo que hay veterinarios buenos, malos y regulares. Igual que educadores buenos, malos y regulares, y médicos y mecánicos y fontaneros ¡pero si dicen que hay hasta políticos buenos!
El quid de la cuestión es encontrar una buena calidad - precio. ¿Sabías que hay un montón de anestesias diferentes? ¿Sabías que hay vacunas mejores y peores? Y desparasitadores, y productos higiénicos, gasas…
Os animo a buscar al veterinario que necesitáis y que os sea de confianza. No tengáis miedo al cambio.

Muchas llamadas por problemas de comportamiento acaban revelándose como consecuencia del dolor físico. Una buena combinación de educador y veterinario te va a resultar mucho más económica y vas a mejorar la calidad  de vida de tu mascota.

De verdad que el teléfono de un buen veterinario en mi agenda del móvil, es todo un alivio.




Gracias por leerme!