martes, 11 de marzo de 2014

PERROS Y PETARDOS, MALA COMBINACIÓN


Hola chicos!

Muchos os sorprendéis cuando os comento que en la semana de fallas en Valencia y poblaciones grandes no podemos trabajar con los perros. Os explico porqué. Es muy sencillo.
Cuando estamos nerviosos o tenemos miedo no aprendemos. Lo mismo les pasa a ellos.
La mayoría tienen bastante con pasar estos días y pedirles un poco de concentración es como pedirle castañas a la palmera.
¿Qué siente un perro en fallas?
Empecemos pensando que el oído del perro es mucho más sensible que el nuestro. No vamos a hablar de decibelios y espectros, vamos a lo que tenemos en casa.
Si mis perras oyen el coche dos calles más allá, si oyen cómo cae un grano de pienso en el cuenco con todas las puertas cerradas y la televisión a toda pastilla y saltan como un resorte cuando me oyen abrir su armario de las chuches ¿Cómo van a escuchar una mascletá? Todo lo anterior, en la mismas circunstancias, yo no lo oigo y las mascletás me hacen daño al oído. ¿Veis a lo que me refiero? No hace falta un estudio científico para entender, simplemente un poquito de observación.

Los perros sordos ahora tienen una grandísima ventaja, pero aún así...
Los que me conocéis sabéis que os insisto un montón en que los perros tengan una rutina estable. ¿Por qué? Porque no saben lo que va a pasar. Mis perras cuando suben al coche no saben si van a bajar en el monte, en el río, en la playa, en Salamanca, en Asturias, en Teruel, en Cuenca... o ¡en el veterinario! Con lo que tampoco saben que vienen Fallas y que pasan ciertas cosas. Simplemente un día llegan los petardos, de sopetón y el susto es grande y depende de la zona en la que viva el perro, el susto se mantiene continuamente. Lo desconocido nos da miedo a todos.
También sabéis que siempre os digo que controlar la nariz del perro es controlar su cerebro. En fallas el ambiente huele a pólvora, alcohol, sudor, etc. Muchos perros se ponen nerviosos simplemente con la exposición al olor de la pólvora.
En fallas también las personas están revolucionadas, pasan menos tiempo en casa, se duerme menos, nos enfadamos porque no podemos circular, las colas en el metro, etc y esto afecta a nuestros compañeros.
En resumen, por un lado tenemos un ruido insoportable que duele, un olor preocupante y una familia revolucionada.
Muchos perros sienten realmente miedo a morir.
Si tu amigo es muy sensible, lo mejor es alejarlo del jaleo, si no puedes, construye un pequeño búnker con cartones para aislar el sonido en la habitación más tranquila, sácalo a hacer pipi en las horas más tranquilas y si puedes, llévalo al campo un ratito para relajarse.

IMPORTANTE: no lleves a tu perro suelto en fallas!! siempre acaban desapareciendo muchos, se asustan y salen corriendo. Algunos nunca se llegan a encontrar.

Os voy a ahorrar imágenes de perros con los hocicos reventados por querer atrapar un petardo o con partes del cuerpo abrasadas porque alguien creyó súper divertido tirarle un petardo al perro que pasaba, pero ocurre cada año.


Los días posteriores al 19 de marzo sirven para equilibrar de nuevo al perro. Una vez todo vuelve a la normalidad, podemos seguir con el trabajo.



Muchas gracias a todos por vuestro tiempo!